Caiga bajo el hechizo del puerto de Saint-Goustan en Auray

Auray, Ciudad de Arte e Historia

En el siglo XIII, los duques de Bretaña construyeron un puente, un puerto y un castillo en Saint-Goustan. De este modo, se crearon dos barrios: el puerto, al pie de la fortaleza, y la ciudad alta que domina el puerto. Hoy en día, no hay rastro de la fortaleza, pero el barrio de Saint-Goustan ha conservado su autenticidad y su arquitectura medieval. 

Muchas personalidades han forjado el carácter de este puerto, como el héroe chuan Georges Cadoudal, nacido en Auray en 1771. El mausoleo de Cadoudal se erigió en su memoria en la encantadora aldea de Kerléano, la más alta de la ciudad. Este monumento consagra su pasado como jefe del ejército chuan de Bretaña y subraya la importancia de este personaje durante el período revolucionario.

Otro personaje que ha marcado la historia del puerto de Saint-Goustan es el americano Benjamin Franklin. En 1776, el viento lo obligó a aterrizar en Auray cuando intentaba llegar a Nantes para pedir ayuda a Francia y obtener la independencia de Estados Unidos. ¡Pisó el muelle que ahora lleva su nombre!

Auray, al filo del agua

Desde Saint-Goustan, pasee a lo largo del río Loc'h, que se extiende desde el muelle Franklin hacia Le Bono. Admire los castillos y mansiones que parecen estar jugando al escondite en los huecos de las encantadoras calas.

Embarque a bordo de un crucero para navegar a lo largo de las costas y prolongar su viaje al golfo de Morbihan. ¡Un momento ideal para recargar las pilas!

Y si el deseo de tomar el timón se vuelve irresistible, conviértase en marinero por un día y participe en las maniobras a bordo de un viejo aparejo, « El Indomable », a la salida del muelle Franklin.

Saint-Goustan, un barrio animado de Auray

Desde la Place de la République, en el centro de la ciudad, se llega a Saint-Goustan por la Rue du Château, un bonito callejón pavimentado flanqueado por estudios de arte y galerías de pintura.

Al pie de las murallas, emerge el barrio de Saint-Goustan. El Quai Martin le invita a caminar a lo largo del río, a la sombra de los árboles. Dominando el paseo, las rampas del lago, construidas sobre las ruinas del castillo, suben hasta la ciudad alta, donde le espera una vista sublime del puerto de Saint-Goustan.

Al otro lado del muelle, tome el puente de piedra de cuatro arcos hasta la plaza Saint-Sauveur, donde puede pasar un rato agradable mientas toma una copa en las hermosas terrazas de los restaurantes y cafés. En el muelle de Franklin, podrá encontrar mercadillos y mercados artesanales durante todo el año.

Desde la plaza, pasee por las encantadoras y empinadas callese donde se pueden ver muchas casas con entramados de madera. Las calles Saint-Sauveur y Saint-René son las más pintorescas y conducen a la cima de Saint-Goustan, hasta la iglesia.

Coloridas casas de entramados de madera, callejones empedrados y callejones estrechos... el rico pasado de Auray le invita a pasear por sus callejuelas e instalarse después en una terraza del puerto frente al río Auray. Aquí, disfrute de este paréntesis encantado donde el tiempo se detiene